No podemos decir que la 32ª edición de la emblemática prueba malagueña, disputada el día 28 de abril haya lucido en su máximo esplendor. Pocos días antes de la celebración de la carrera había un silencio sobre la misma preocupante. Algunos rumores incluso dejaban entrever que existía la posibilidad de la anulación de la misma. Al menos al que escribe, se le vino el recuerdo de aquel fatídico año 2005 en el que el extinto Rallye Costa del Sol valedero para el campeonato de España de rallyes fue suspendido sólo unos días antes de su celebración. Aquello fue uno de los episodios más lamentables que el automovilismo andaluz mostró al exterior.
Finalmente la prueba se celebró, era valedera para el Campeonato de España de Rallyes Históricos y para el Andaluz de asfalto. Y cómo a perro flaco todo son pulgas, si ya la carrera estaba cogida entre alfileres, encima el tiempo puso su especial toque para terminar de estropearlo. El caso que, aunque las cosas no iban bien, hay que agradecer al Automóvil Club Gibralfaro el enorme esfuerzo que supone sacar una prueba como ésta para adelante.
La victoria entre los históricos se la anotó un auténtico viejo rockero de los rallyes. El asturiano Cele Foncueva, que fuera campeón de España de Gr.N con aquel mítico Sierra Cosworth patrocinado por «Supermercado el Árbol» a finales de los 80, de la mano del equipo Past Racing el asturiano ha vuelto a pilotar en competición 27 años después de su retirada. Estaba muy contento por la victoria a su llegada a Alhaurín. En todo momento estuvo secundado por su jefe de filas, Daniel Alonso, con un precioso Sierra Cosworth Ex-Malcom Wilson, y siempre mantuvo un estrecho margen sobre Cele, entre ambos se iban repartiendo los mejores tiempos en los tramos, aunque en ningún momento intentó atacarle tal y como nos aseguró él mismo a la llegada del Rallye.
Cuarto Clasificado y primer PRE-81, el precioso Porsche 911 RS del Vasco Miguel Otegui, que se las tuvo «tiesas» todo el día con el otro Porsche de Antonio Sainz (hermano del «matador» Carlos Sainz). Hubo una lucha muy bonita hasta que el madrileño se quedó sin ruedas de agua. Fue entonces cuando Otegui puso la directa y se adjudicó la categoría con relativa facilidad. Y digo relativa, porque pilotar un 911 RS en tramos con visibilidad casi nula por la niebla y con lluvia debe ser de lo mas estresante.
El día no acompañó en la Costa del Sol. Muchas lluvia y mucha niebla. Un tiempo muy desapacible que borró literalmente al público de la cuneta. El Gibralfaro este año volvía a los Montes de Málaga tras mas de 13 años de ausencia en este emblemático tramo del automovilismo malagueño. Se utilizó la zona de los «túneles» es sentido ascendente. La llegada se situó justo en la entrada del carril que lleva al parque forestal conocido por los malagueños como «Torrijos», a diferencia de otras ocasiones anteriores que llegaba justo hasta el cruce de la venta Galwey. En la mañana del sábado se hacían, en dobles pasadas, el tramo de los Montes de Málaga y Casabermeja, ya por la tarde Casarabonela en su versión larga y Alozaina. En total algo más de 100 kms contra el crono…. y unos enlaces bastante apañados de kilómetros, sobre todo por la tarde.
Paralelamente al Campeoanato de España de Rallye Históricos, se metía, al igual que el año pasado, el Campeonato de Andalucía de Rallyes. Serían 43 los equipos inscritos de los cuales 28 optaban a la novedadosa Copa FAA. Dos grandes favoritos a la victoria, los equipos formados por Jose Antonio Aznar y la granadina Alicia Rodríguez (copi para este rallye) con Porsche 911 GT3 Rallye (2010) y Cristóbal García y Antonio Pérez con Porsche 911 GT3 Rallye (2007 – Ex Pedro Cordero).
Primera victoria Absoluta para el Malagueño Cristóbal García en rallyes. En el Gibralfaro salió con el Porsche más antiguo (ya quisierámos muchos un coche así) porque el otro, el 2010 Ex-Pedro Burgo, lo había vendido hacía pocas fechas a Imex Laca. Nos consta que estuvo muy cerquita de haberse quedado en Andalucía y más concretamente en las manos dePedro Cordero. Finalmente se adelantaron los canarios y el precioso y potente Porsche (450 cv) tomó rumbo a las islas afortunadas a engrosar la enorme lista de coches de carreras que tiene el equipo patroneado por Ángel Ramos.
Volviendo a la carrera y la lucha por la victoria. Durante todo el día tanto Cristóbal García como Jose Antonio Aznar se intercambiaban los scraths. Al final de la mañana y con un 2 a 2 de mejore tiempos entre ambos llegaban a la asistencia de Alhaurín de la Torre con el de Cuevas de Almanzora como primero con 5 segundos de ventaja sobre Cristóbal. La tarde seguía complicada con la lluvia y la niebla. La primera pasada por Casarabonela, Aznar marcaba el mejor tiempo y se alejaba hasta los 11 segundos sobre el malagueño. En la primera pasada por Alozaina, Aznar perdía el limpiaparabrisas del Porsche y con él la renta de 11 segundos que de manera tan trabajada se había agenciado hasta entonces respecto a Cristóbal. Así que ambos llegaban al último bucle empatados a tiempos y con la noche echándose encima.
Aznar y Alicia Rodríguez pensaron que jugársela en el último tramo no era una buena idea y atacaron de lo lindo en los algo más de 18 kilómetros de Casarabonela. Fueron casi 15 segundos más rápidos que Cristóbal García y Antonio Pérez. Parecía una ventaja más que suficiente cara al último tramo, Alozaina y sus escasos 7,5 Kms. La noche había tomado por completo la última especial del rallye y lo que es aún peor, la niebla había arreciado. Las condiciones de visibilidad para los particpantes del andaluz eran casi nulas, los del nacional habían salido mucho antes y no tuvieron esos problemas. Aznar salió con mucha precaución; tanta que incluso nos aseguró que para poder ver algo tenía que abrir la puerta y buscar la línea blanca. Sabía que probablemente estaba perdiendo el rallye pero no quería poner en riesgo la integridad física del equipo y tampoco destrozar el coche. Por el contrario, Cristóbal García vió en las difíciles inclemencias de visibilidad una oportunidad para lograr la victoria. Sin miedo alguno tiró como un animal durante los algo más de 7 kilómetros. Tal y como él mismo nos dijo tuvo bastantes sustos en los que pensaba que ahí se acababa su rallye. Finalmente llegó a meta 34 segundos antes que el almeriense y por tanto suya era la victoria en este complicado rallye.
Oscar Gil y Manuel Causse fueron finalmente terceros en un rallye muy bueno para ellos. Los dos primero tramos de la mañana no se les dió muy bien tras montar unos neumáticos que no funcionaron. Cambiaron las gomas y empezaron a marcar unos tiempos buenísimos, como por ejemplo el segundo scrath en la primera pasada por Casabermeja. Fue remontando todo el rallye lo que al final lo alzó al tercer cajón del pódium. Pódium que sí que pudo disfrutar este año tras el «affaire» del 2016 en el que a pesar de ganar el rallye (pincha en el enlace para ver que pasó) no pudo descorchar el champán porque se había liado gorda, también en el último tramo, y que además también era el de Alozaina, y se encontraba discutiendo con los deportivos hasta que estos le dieron la razón.
La copa FAA se la adjudicó el onubense Carlos Rodríguez y la cordobesa Luy Galán. Segundo fueron Ernesto Salguero y Raúl García y terceros Manu Causse y Judith Granados. Esta copa, con un reglamento (ver enlace) bastante abierto que aglutina un buen número de coches de una manera un tanto heterogénea. Lo mejor de la Copa… sin duda que tiene premios en metálico en cada carrera. Algo que ya por desgracia es un «rara habis».
Tras pulsar la opinión de los distintos pilotos a la llegada en Alhaurín, la opinión generalizada era que el último tramo debió ser neutralizado ya que las condiciones de seguridad del mismo eran mínimas. No sólo por la visibilidad, también porque no había casi público y las medidas de seguridad fueron muy escasas por lo que montones de caminos de acceso a fincas se quedaron sólos y sin cintas, al menos en estos caso el público puede advertir del peligro….pero como no había. Pilotos como Carlos Rodríguez y Polidura nos aseguraron encontrarse a coches de particulares en el tramo, eso sí en el sentido de la marcha, por suerte.
En el año 2018, el RAllye primeras nieves de Granada recogerá el testigo del Gibralfaro. Ojalá nos equivoquemos pero la edición del 2017 habrá sido la última de las 32 ediciones disputadas, al menos hasta ahora. Ojalá no sea un adiós, si no un hasta pronto. Debo reconocer que ha sido un triste final de una prueba mítica.
El que escribe llegó a casa hecho una sopa, con agua hasta en los calzoncillos y con el cansancio lógico de una larga jornada de rallyes. Los tramos elegidos para realizar el reportaje fueron los Montes de Málaga, por la zona de la Fuente de la Reina y Casarabonela en la que estuve sólo una pasada. Ya tenía bastante agua en el cuerpo. De ahí me fui para final de rallye para intentar tener contacto con los participantes y que me contaran un poco las peripecias pasadas durante el día.
Para ir dando por concluida la crónica, en los siguientes enlaces se podrá ver una galería más amplia de fotos junto con el video de algunas de ellas a las que le pongo un poquito de música, en este caso hago patria y pongo un temilla de Javier Ojeda, cantante malagueño y vocalista de Danza Invisible.
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