La sierra gaditana puede presumir de ser uno de los lugares más bonitos de toda andalucía. Abarca una gran cantidad de pueblos enmarcados en un entorno privilegiado. Uno de ellos, Algar, se ha convertido por méritos propios en un «santuario» racing. De otra manera no se me ocurre etiquetar, catalogar o cómo se le quiera llamar tras 26 ediciones ininterrumpidas de la Subida. Ellos lo llaman «su rallye» pero con semejante bagaje lo pueden llamar como quieran, porque los demás nos tenemos que quitar el sombrero por la perseverancia tanto del Ayuntamiento como de Escudería Sur. El pueblo, como particularidad, engalana sus calles con los carteles de alguna de sus ediciones anteriores. En la foto la plaza que hay en la Avenidad Andalucía, muy cerca de dónde se realizan las verificaciones y el parque cerrada. Justo a 300 metros de esta rotonda está la llegada de la subida.
Si hay un lugar característico en la Subida a Algar, ese sitio sin duda es el cruce de la gasolinera justo donde se entra en la población. Allí se concentra muchísima gente y habitualmente el espectáculo está más que garantizado. Es una curva a izquierda muy lenta que se cierra y se estrecha muchísmo en el final. Hay que reconocer que donde se concentra mucha gente se suele juntar lo mejor de cada casa. Allí hay gente de todo tipo, incluidos los del «musicón y botellón». En la foto el ganador de monoplazas. Jonathan Álvarez no tuvo apenas competencia y ganó con relativa facilidad. Estrenó nuevos colores en su monoplaza. Ahora el BRC-B49 parece una avispa; está claro que Jhony no es supersticioso.
Este año la subida estuvo despejada de coches gordos. Al menos parece que esta puede ser la tónica general en el campeonato. Es verdad que la carrera quedó emparedada entre las dos pruebas del nacional: Estepona y Ubrique, y todos los que manejan máquinas con caballos de vapor a bomba llena se reservan y mucho para estas dos pruebas, sobre todo para la de Ubrique; pero tengo la sensación que este año el campeonato se lo jugarán entre bastantes chavales cuyos coches no destacan precisamente por ser coches potentes. Ya el año pasado lo vimos con Ernesto Salguero, que se dedicó a pelear todo el año para ser campeón aunque finalmente «sólo» fuera subcampeón de Andalucía con el Renault Clio. Uno de los que nos tiene acostumbrado a estrujar su pequeño AX Rojo es Juan Jose Ruiz. En Algar terminó segundo en la Fase A y tercero en la B. En la foto junto a su padre, que como no puede ser de otra manera, sufren y mucho en las carreras. ¡Cúanto merito tienen los familiares de los pilotos… y cuando hablamos de rallyes también la de los copilotos! ¡Son de otra pasta!
La cuestión es que en Algar la igualdad en turismos era muy grande. Sólo Alberto García conseguía destacarse un poco. Esta carrera es una de las subidas más cortas en cuanto a recorrido del año. Tiene 2.750 metros, por lo que si ya de por sí la montaña es una carrera al sprint, aquí lo es aún más. De hecho uno de los destacados del fin de semana se trató sin duda del Alcalaino Antonio Navarro, el sábado no terminó de encontrarse confiado y perdió unas décimas que lo situaron quinto. El domingo le salió una subida bordada y finalizó segundo a tan sólo un 1,1 segundos del Alberto García lo que demuestra que Antonio corrió muchísimo, porque para estar a esa distancia del jerezano hay que volar. Esta foto está hecha justo en una de las derechas que hay antes de finalizar el recorrido. Inicialmente me iba a situar en otro sitio, que consideraba bastante más seguro, pero un Guardia Civil, me dijo que de eso «nanai». Me instó a que me colocara donde finalmente está hecha esta foto, que es un sitio infinitamente más peligroso. Ahora bien, el tío, hizo un cuerpo a tierra, se situó detrás de una encina con un tallo a prueba de Hummers y que además contó con la inestimable colaboración de Antonio Perálvarez que me hizo un hueco entre ramas. La foto está tomada además por debajo del guararrail.
Tantos años de carreras en Algar está creando una cantera de aficionados y pilotos locales muy importantes. Uno de ellos tuvo una destacadísima actuación. Pablo Sánchez se curró los límites de la CA-5221, que es la carretera que une Arcos con Argal, llevando muy arriba su pequeño 106. Hubo bastantes pilotos que imprimieron un buen ritmo a sus coches: los Altamirano, Paco con el archiconocido Kadett y el otro, Ismael con el bonito Clio Sport; Francisco Guzmán con el 205 GTI (con un coche que tiene una curiosa historia); Jaime de la Calle con el Honda Civic; Antonio Rodríguez y su Lancia Delta; el incombustible Amador Jaen con el 5 GT Turbo; Javier Márquez con el Saxo VTS. Todos ellos con una más que destacable actuación.
Si hay algo a lo que estamos acostumbrados los que llevamos cámaras grandes encima, es que nos pidan que les hagamos fotos. Es rarísimo una carrera en la que no se dé esta situación. Unos con más arte y otros con menos, siempre hay alguien que quiere fotos. Esto hace años lo entiendo, pero ahora, que seguramente los chicos de la foto tiene cientos en sus móviles, me resulta más extraño. La cuestión es que algunas de ellas en el futuro quedarán chulas. Muchas veces las fotos ganan con los años y estas dirán muchas cosas: la forma de vestir, lo que se bebía (que en este caso era mucho), la forma de peinarse….. etc, etc…
También acompañó todo el fin de semana un tiempo primaveral espectacular. Después de un invierno un poco más lluvioso, al igual que me pasó en Córdoba la prueba anterior, el campo está precioso. Domina el verde. En este carrera sólo pude estar el sábado, el domingo tenía compromisos familiares, de ahí que no tenga una gran varidad de fotos del recorrido. Fueron tres pasadas y a diferencia de los rallyes en los que, teniendo las oportunas precauciones, uno se puede ir moviendo por la curva, en la montaña esto es casi imposible. En ella, si te pones en un sitio, prácticamente no te puedes mover de él en toda la pasada, porque los coches salen cada 30 segundos.
Entre los monoplazas, que hubo tres, también estreno colores Gonzalo. Un naranja chillón que el sensor de mi cámara le cuesta interpretar. Crea muchos reflejos y como el fotómetro de las cámaras es por luz reflejada, éste cree que hay mucha luz, y suele salir un poco subexpuestas (oscura). Aún así está muy chulo y por supuesto no pasa desapercibido. En la Fase B tuvo un accidente dejando maltrecho el Outeda, aunque lo importante es que no sufrió daños personales. Esperamos verlo en Ubrique. Gonzalo es todo pundonor conduciendo y suele dar un gran espectáculo allá donde va.
Ya tenemos en Andalucía corriendo regularmente (en lo que va de año) dos 207 RC. Uno en manos de Manu Nieto y otro, el de la foto, de Fernando Pineda. Son coches muy efectivos, avanzan una barbaridad, pero engañan un montón porque no hacen ruido. Son muy silencisos y los que no entienden mucho pueden pensar que van despacio. Luego ves los tiempos y muestran su efectividad. Son de la clase A2 y casi todos ellos vienen de los circuitos donde hace unos años se realizaban un campeonato monomarca. Va equipado con un motor 1.6 Turbo y los de carreras suelen estar entre los 200 y los 220 CV (así es más fácil entender el porqué de su eficacia)
Para este año, ha habido cambios importantes entre los oficiales que suelen mover el cotarro en esto de la montaña. El que venía ejerciendo de delegado federativo en montaña durante las últimas temporadas, Andres González, ha sido sustituido por el almeriense Martín Pastor. Con Andrés estuve charlando en las verificaciones y me comentó que a partir de ahora se va a dedicar a contemplar las carreras, sano deporte por cierto, y retomar el proyecto de volver a enfundarse en un mono de carreras. Por otro lado, el delegado técnico de montaña, nuestro gallego favorito, Rafael Martínez ha dejado su puesto a Ildefonso Sánchez. Tanto Rafa como su mujer, Juana, le gustan las carreras más que comer con las manos y tal como reza en el logo de la chaqueta de Rafa, llevan una vida en las carreras. Gran suerte tiene Paco Galera de tener a gente como ellos en su equipo. En la foto, además, para completar el trío de ases: Manolo Mape. Se perdió la carrera de su pueblo porque todavía está reparando el BMW M3 después del golpe que sufrió en Casarabonela el año pasado. Espera volver muy pronto…. y nosotros tenemos más ganas que vuelva todavía!
La anécdota de la prueba la protagonizó el volantista de la foto. Se llama Brian Cabello es malagueño y debutaba como chófer en Algar. No le parecía suficiente reto el debut, que además aprovechó el acontecimiento para pedirle a su chica lo que se puede leer en la visera de su 306. El tío en la salida, sorprendió a su chica que se llama Ana, hincó la rodilla en el asfalto y lo dió todo: incluido el anillo. ¿Quién dice que se está perdiendo el amor? Por cierto, que Ana le dió el «si quiero». Un bonito detalle y anécdota…. si señor.
Drive your dreams: bonista frase que preside el morro del BRC-B49 de Jonathan Álvarez. No hace falta saber inglés para entenderla.
En el siguiente enlace os llevará a una galería con algo más de 120 fotos de la subida. Y continuación un vídeo con algunas de las fotos a las que le pongo un poco de música. Me entretiene hacer este tipo de vídeos. Me encanta la música, paso horas al día escuchándola, y al menos a mí, me resulta terapeutica. Para este vídeo he elegido una canción de 1998 que forma parte de la historia de la música: «My fovourite game» del grupo The Cardigans. Esta canción fue mítica porque fue la banda sonora del juego que creó un antes y un después entre los de simulación de conducción: El Gran Turismo.
Muy buena la entrada, aunque el corrector te ha puesto un par de veces Argelia en lugar de Algar. Menos mal que los de Escudería Sur ya están acostumbrados.
Estos correctores algunas veces te sacan de algún apurillo, pero otras te meten en un lío….jejejeje